Search

Con la fuerza del viento.

Norsepower rotor sails modern version of flettner rotor/ Wikimedia Commons

Imaginar que un buque de varias toneladas de peso con más de mil contenedores de carga a cuestas podría navegar sólo con la fuerza del viento parece prácticamente imposible, sin embargo, en el siglo pasado el barco llamado Buckau logró desplazarse así, e incluso cruzó el Atlántico. Hoy se busca rescatar esa forma de navegación, a fin de reducir el consumo de combustible y disminuir la emisión de CO2.

Anton Flettner, ingeniero en aeronáutica e inventor alemán fue el creador del denominado “rotor Flettner”, un cilindro giratorio que disipa el aire que lo golpea hacia un lado, similar a una vela, lo que crea una fuerza que se puede usar para impulsar el barco hacia adelante. La idea fundamental del rotor está basada en el descubrimiento del físico y químico alemán Heinrich Gustav Magnus en 1851, que se conoce como “efecto Magnus”: fenómeno físico que se manifiesta durante la rotación de un objeto esférico inmerso en un fluido, como el aire o el agua. El objeto cambia su trayectoria llegando a mayores distancias”, según la explicación de la página geoenciclopedia.com.

En 1923, Flettner desarrolló la idea de un rotor para la propulsión de barcos basándose -también- en los resultados de la investigación del ingeniero y físico alemán Ludwig Prandtl, entonces director del Instituto de Investigación Aerodinámica de Gotinga. de acuerdo con información de la página wie-funktioniert.com/wie-funktioniert-ein-flettner-rotor (como funciona.com/como-funciona-un-rotor-flettner) 

La ciencia de la aerodinámica le proporcionó a Flettner los datos físicos -para hacer- una argumentación bien fundada sobre la funcionalidad del rotor, como medio de propulsión auxiliar que además ahorraría combustible, con lo que también convenció a los inversionistas del astillero Germania de Kiel para acondicionar un barco que operaría con dicho rotor.

El 7 de noviembre de 1924, el Buckau partió de Kiel -y- fue el primero -en- alta mar con dos rotores Flettner, que giraban silenciosamente en la cubierta, lo que causó un gran revuelo. En 1926, Flettner cruzó el Atlántico con dicho barco y anunció su nuevo sistema de propulsión de barcos en los Estados Unidos, según información de la página antes mencionada.

 Barco de “Buckau” / windschiffe.de.

En 1926, otro barco, el Barbara, equipado con tres rotores Flettner. navegó regularmente por el Mediterráneo desde 1926 hasta 1929. Ambas naves demostraron que el rotor funcionaba de manera confiable.

Pese a la experiencia práctica y la prueba del ahorro de energía, no se obtuvieron pedidos de más buques de este tipo. El combustible para los motores del barco era barato en ese momento, -y para- los armadores, el rotor Flettner no era rentable si se comparaban los fondos ahorrados en combustible y las inversiones -para fabricar- dichos rotores. Así que el Barbara fue devuelto a su propietario en 1931 la -entonces- Marina Royal alemana. Después fue vendido y el nuevo propietario lo utilizó como un barco a motor puro -desmantelando- los tres rotores, poniendo fin a la era de los barcos de rotor, momentáneamente, como se explica en la página wie-funktioniert.com/wie-funktioniert-ein-flettner-rotor.

Hoy en día, la idea de Flettner ha tomado un segundo aire, dado que un grupo de investigadores alemanes y holandeses, encabezados por Michael Vahs, profesor de operación y simulación de buques en la “Hochschule Emden-Leer” (Universidad de Ciencias Aplicadas de Emden-Leer), hace ya pruebas con el buque Fehn Pollux, equipado con el Eco-Flettner, es decir un rotor adecuado a las condiciones de navegación actuales, considerando la situación climática, de acuerdo con información de la página researchgate.net.

 

FEHN POLLUX / SCHEEPVAARTWEST

En dicha página se explica que las principales características de diseño -del rotor- son las placas finales, superior e inferior, de gran diámetro para mejorar el rendimiento aerodinámico y la fabricación modular.

Con esta técnica, en el corto plazo se podría contribuir de forma sustancial a la protección del clima, y en el largo plazo en la -disminución- de costos de transporte.

En un breve reportaje, como parte del capítulo Verlorenes Wissen (Conocimiento perdido) del programa Terra X, del canal ZDF, Michael Vahs afirmó que un 90 por ciento de la flota del comercio mundial tiene una cubierta de proa libre donde -la- instalación de un rotor- sería posible. Y añadió que aun cuando las pruebas no están concluidas, -se calcula- un ahorro de combustible de hasta 50 por ciento. Ello, -sólo- retomando -la utilización- de energía renovable: el viento.

Como se indica al final del reportaje, éste “es un invento que se adelantó a su tiempo, pero que hoy es revalorado … -es uno de tantos- conocimientos olvidados que podrían resolver los problemas actuales”, como los elevados costos de transporte, el consumo de combustible y las altas emisiones de CO2.

TAGS

Hilda Bachmann

Hilda Bachmann

Licenciada en Comunicación por la UPAEP, maestra en Ciencias Políticas por la BUAP y maestra en traducción especializada alemán-español UIMP-España. Se ha desempeñado como reportera y editora de El Financiero Puebla. Es profesora de Español como lengua extranjera en Alemania.
BUSCAR POR FECHA
octubre 2024
L M X J V S D
 123456
78910111213
14151617181920
21222324252627
28293031  
ARCHIVO

LO MÁS LEÍDO