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Buried Diffuser (Difusor enterrado)

Dx21/pixabay

Àrboles de olivo en peligro de secarse y morir al estar sembrados en lo que ahora es un terreno árido debido a la extrema escasez de agua, donde al soplar el viento la arena, más que tierra, vuela fácilmente, fue el panorama que llevó a la creación del difusor enterrado.

Bellachheb Chahbani, profesor investigador en el Instituto de Regiones Áridas de Túnez, de 1982 a 2011, especializado en estudios sobre el uso eficiente de los recursos hídricos se percató de la situación por la que atravesaban los propietarios de diversos huertos en la región de Medenine en Túnez: Sequía extrema, menos cosechas, y en consecuencia problemas económicos para los productores de la zona.

Las largas temporadas de sequía, que hoy también se viven en muchas regiones del planeta, motivó al entonces investigador a desarrollar una técnica novedosa y sencilla para el riego y para la inyección de agua de retención o agua de manantial natural, a fin de conservarla en niveles profundos del suelo, llamada “The Buried Diffuser” (el difusor enterrado).

Éste es un equipo que puede ser elaborado con diversos materiales como plástico, cemento, metal o cerámica, y que consta de 5 partes: una base de 15×30 centímetros (o de 15 por 15 cm.), un tubo o pipa de 16 milímetros de diámetro, un tubo flexible de 6 milímetros, un regulador de flujo de agua (emisor dosificador), y una pipa de distribución de agua (imágenes del difusor en la página chahtech.com).

Su principal ventaja es que el agua proveniente de la lluvia no se evapore en la superficie del terreno, sino que sea absorbida por el difusor y se dirija hacia las raíces de los árboles. Si el agua proviene de un tanque, un tubo o manguera en la superficie conecta los difusores, y éstos a su vez distribuyen el vital líquido.

Para instalarlos, se cavan agujeros en el borde de la copa del árbol. Si la copa es de entre 1 y 2 metros, se recomienda poner 2 difusores. Si es de entre 2 a 4 metros, se aconseja poner tres difusores. Más allá de los 5 metros la sugerencia es de 4 a 6 difusores. Cada agujero, ya sea cuadrado (40×50 cm) o circular (de diámetro 35-40 cm), debe tener una profundidad de 60 centímetros, según la explicación detallada en la página de la ahora empresa Chahbani Technologies, chahtech.com.

En dicha explicación se aclara que es posible instalar los difusores en la plantación antes de la siembra del árbol. En este caso, el difusor debe estar a una distancia de 50 a 70 cm del eje de dicho árbol; cuando los difusores se agregan después de la plantación de árboles, deben instalarse al borde de las copas de los mismos. En ambos casos, el difusor se coloca en el fondo del agujero, luego se entierra mientras se compacta bien el relleno.

El objetivo fundamental del difusor es el de aprovechar al máximo los recursos hídricos mediante el uso de menos agua para producir alimentos: “más cosecha por gota”, Aumentar la productividad de la agricultura, especialmente los árboles de secano, es decir los que tienen una mayor resistencia a la sequía, entre ellos el olivo, higos, almendras, manzanas y otras especies.

La intención es hacer sostenible la agricultura de secano teniendo en cuenta la irregularidad de las precipitaciones, por ejemplo, la existencia de años húmedos y muy húmedos, períodos cortos de sequía (estacionales) y largos períodos de sequía (de uno a tres años sucesivos), conservación del oasis y lucha contra la desertificación, -así como- combatir la salinización del suelo cuando el agua de riego contiene de 3 a 5 gramos de sales por litoral, de acuerdo con la información de la página chahtech.com

Otra de las ventajas del uso del difusor es que se emplea dos veces menos agua que con el método por goteo, y además no requiere ni electricidad ni baterías para su funcionamiento.

En tiempos en que el clima es impredecible, este pequeño equipo podría no sólo ser de gran ayuda en las zonas desérticas de Túnez, sino en otras regiones del planeta donde la escasez de agua cada vez se hace más latente.

¿Y en México?

Además del riego por goteo y el riego por aspersión, se cuenta con programadores de riego, que optimizan el momento y área de riego en los cultivos, lo que reduce el consumo de agua. El riego solar, que con energía solar bombea y distribuye el agua en los cultivos. La tecnificación del riego, que con uso de drenaje subterráneo en terrenos agrícolas asegura el contenido de humedad adecuado.

En la página oficial del gobierno de México gob.mx/agricultura, además de lo anterior, se habla de la existencia de una plataforma denominada Irrimodel desarrollada para hacer más eficiente el uso del agua -tanto en períodos de- sequía, -como ante el- cambio climático.

De acuerdo con la información, esta plataforma opera en Sinaloa, donde se ahorraron hasta mil 600 metros cúbicos de agua por hectárea en maíz y sorgo, y al menos mil metros cúbicos por hectárea en papa y frijol.

Sin duda, lograr la eficiencia del uso de los recursos hídricos es una tarea que debe ser prioritaria, tanto en los campos de México como en los de todo el mundo.

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Hilda Bachmann

Hilda Bachmann

Licenciada en Comunicación por la UPAEP, maestra en Ciencias Políticas por la BUAP y maestra en traducción especializada alemán-español UIMP-España. Se ha desempeñado como reportera y editora de El Financiero Puebla. Es profesora de Español como lengua extranjera en Alemania.
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