Gotas de cristal, casi de acero.
Gotas del príncipe Ruperto, lágrimas holandesas o “Bologneser Tränen” (lágrimas boloñesas), son algunos de los nombres con los que se conoce a esas aparentemente frágiles gotas de cristal capaces de soportar una presión de poco más de 3 toneladas antes de romperse, y que son la base para el desarrollo de cristal de alta tecnología.