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Algas, plástico del futuro I.

En la búsqueda por eliminar el plástico, esencialmente en lo que se refiere a los empaques de productos alimenticios, investigadores han descubierto un aliado que proviene del mar y que absorbe grandes cantidades de dióxido de carbono: las algas.

Las algas marinas desempeñan un papel relevante en el ecosistema oceánico, siendo responsables de aproximadamente el 70 por ciento del oxígeno mundial, además de constituir la base de la cadena alimentaria marina. Tienen la capacidad de reducir la contaminación, de revertir la acidificación oceánica, causada principalmente por la quema de combustibles fósiles, pero en la actualidad, destacan por absorber 200 millones de toneladas a nivel mundial de carbono azul, de acuerdo con información de la página ecoinventos.com.

Estas propiedades han llamado la atención de diversos investigadores que buscan sustituir los envases de plástico por productos a base de algas y pastos marinos, pues además de ser biodegradables, no liberan ninguna sustancia nociva e incluso los alimentos envasados en este material duran más, y tienen una ventaja decisiva para la industria: “La producción del recurso no compite con el cultivo de alimentos y no requiere fertilizantes ni agua dulce”, se explica en la página goclimate.de.

En 2021, un grupo de investigadores de la Universidad de Tübingen, en Alemania, logró por primera vez producir bioplásticos compostables con la ayuda de cianobacterias. De las cianobacterias, también conocidas como algas verdeazuladas, cuya sobrepoblación en verano puede provocar daños medioambientales y prohibiciones de nado -en algunos lagos-, se ha descubierto ahora -su- potencial para la producción de bioplásticos. Esto se debe a que las cianobacterias se alimentan a través de la fotosíntesis y forman una “sustancia de reserva con propiedades similares al plástico”, afirma el profesor Karl Forchhammer. titular de la cátedra de Microbiología -e- Interacciones Organícas de dicha universidad.

Las microalgas, las llamadas bacterias synechococcales (synechocystis), producen el plástico polihidroxibutirato, -conocido como- PHB. En la naturaleza, sin embargo, el contenido de PHB en las bacterias es relativamente bajo, alrededor del 10 por ciento. Aunque como parte de un trabajo para obtener el doctorado, un

equipo dirigido por los investigadores Forchhammer y Moritz Koch, logró aumentar el contenido de PHB de las bacterias al 80 por ciento, a través de la modificación genética. Con tal contenido de PHB, las cianobacterias también pueden considerarse para la producción industrial y -su- uso como bioplásticos.

De acuerdo con la información de la página goclimate.de, el equipo descubrió que se pueden producir alrededor de 800 gramos de bioplástico a partir de un kilogramo de cianobacterias cultivadas.

Este plástico es adecuado para el envasado de alimentos de “corta duración”, aunque bolsas y popotes también pueden fabricarse con el plástico de las cianobacterias.

En la página goclimate.de se indica también que, un equipo de investigadores de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Bremerhaven, en Alemania, está trabajando en envases compostables hechos de algas marinas. En un proyecto en cooperación con la cadena de comida rápida de pescado Nordsee (Mar del Norte), los científicos del Instituto Alfred Wegener desarrollaron envases de bioplástico que serán utilizados por esta empresa en sus -restaurantes- en el futuro.

Mak-Pak, es el nombre del proyecto de los investigadores para el envasado sostenible de algas marinas, -en el que- los bioplásticos se obtienen a partir de macroalgas. A diferencia de las microalgas unicelulares, las macroalgas son los representantes ligeramente más grandes de las especies de algas. Una ventaja de -esta- iniciativa, es que estas especies de algas también viven en grandes cantidades en el Mar del Norte y el Mar Báltico. Aunado a ello, el uso de este plástico en Alemania también protege las materias primas y el medio ambiente debido a las rutas cortas de transporte.

Tras las primeras pruebas con consumidores en 2020, la empresa está optimizando los prototipos para su uso en la industria antes de que el envase de bioplástico se lance al mercado -próximamente-.

Además de las anteriores, hay otras instituciones de investigación que se han dado a la tarea de trabajar con algas, a fin de producir plásticos biodegradables, así que la historia continúa.

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Hilda Bachmann

Hilda Bachmann

Licenciada en Comunicación por la UPAEP, maestra en Ciencias Políticas por la BUAP y maestra en traducción especializada alemán-español UIMP-España. Se ha desempeñado como reportera y editora de El Financiero Puebla. Es profesora de Español como lengua extranjera en Alemania.
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